7 de febrero de 2018

Carta Abierta a Juana Hernández (No vaya a pasar que nada pase)

Querida Juana*:

Te conozco desde que naciste así pudieras ser mi hija y en ocasiones te veo como tal sobre todo estos momentos que estás considerando cambiar tu vida (Emprender una carrera, iniciar una familia, dedicarte al barullo); Desde que me conoces has tenido ocasión de escuchar a la generación a la que pertenezco con discursos de decepción que han moldeado en parte la perspectiva que tienes de nuestra patria, nación y Estado.
Es un atrevimiento de mi parte venir a darte consejos, justo ahora, sobre todo porque tengo que admitir que tal visión de la situación clásica en mi generación ha sido errada y ahora resulta que pretendo mover la tuya con unas cuantas palabras (y tengo la audacia de pedirte que compartas estas líneas con tus amistades, contactos y familiares)... Aun así no encuentro en primera instancia otro recurso, aunque debiera diseñar un juego, una aplicación o publicar un vídeo, una canción con ritmo pegajoso y bailable.😄

En estas elecciones no está en riesgo la nación, ese espacio personal cultural y de dimensiones humanas que conoces muy bien. Ahí donde te mueves está la nación; La nación está hecha de todos tus recuerdos y tus apetencias, tus requerimientos y necesidades... La nación también es un poco imaginaria. Aunque te hayan enseñado por ahí que no tenemos remedio y que siempre estaremos listos para el jaripeo y nunca para la tarea lo cierto es que hay muy buenos y nobles resultados. También la gente que te gustaría que fueramos es parte de la nación. No importa a quien elijamos como presidente y cuales legisladores la nación seguirá ahí dónde te encuentres.

En estas elecciones no está en riesgo toda la patria, aunque sí encara desafíos y amenazas. Lo que tenemos los mexicanos, eso es la patria. Tanto el acervo de conocimientos como la infraestructura y todas las empresas, las privadas que producen riqueza y bienestar; las sociales remediando carencias y malestares; las políticas, procurando un diseño nuevo y maneras de relacionarnos. ¡Nuestros bailes, canciones y la producción de artistas y artesanos!.También aquí caben los medios de comunicación, que dependen de que manejemos un idioma más o menos comprensible para todos. Es posible que parte de este patrimonio se vea amenazado por las políticas de la nueva administración y las iniciativas en el legislativo, pero es tan basto que difícilmente se verá arrasado por el grupo en el poder.
Cuando los poderosos tratan de enfilar el país a un derrotero se percatan de que este tiene ciertas tendencias difíciles de modificar, logrando un resultado intermedio. La tendencia cultural es más fuerte que la energía gubernamental y ahí seguirán las
 "Mañanitas", el "Cielito y Lindo" o "ya no me va a doler" ya sea a ritmo tradicional, rock, banda o como reggaeton.

Quizá lo que esté un tanto en riesgo es el Estado. El deporte preferido de los gobernantes es cambiar las reglas del juego, la Constitución, las leyes, los protocolos de la burocracia, el precio del gobierno (los impuestos) la injerencia de las instituciones (¿Cuánto ejército, cuánta policía, cuántos médicos, cuántas paraestatales?). Esta parte del pastel tiene muchos comensales ávidos que no quieren desprenderse de sus privilegios y requiere de mucha negociación para que renuncien sin manotear. Algunos de los candidatos pretenden mover el avispero y el arte aquí está en la velocidad... Hay una que resulta inocua y cambia al país sustancialmente y hay otras muy lentas que nada logran o muy rápidas que todo empeoran.
Recién platicaba con mis congéneres y hay unos que opinan que especulan habrá violencia, otros que consideran que ya nada podemos influir y no faltan los que están nerviosos: no vaya a pasar que nada pase.


Yo estoy convencido de que tenemos un país mejor que cualquiera de sus versiones pasadas y que la mejor versión está porvenir. También estoy convencido de que una persona puede lograr cambiar al Estado, a la patria y a la nación: ¡eres tú!, cuando te sumes al resto y seas la gota que logra que el vaso rebose.
A mi vez, pienso expresarme y casi estoy seguro que el resultado será el mejor posible, así que trabajaré a la par contigo para seguir mejorando como persona y comunidad.
¡Brindemos por México, el mejor de nuestros días!


*Juana Hernandez Hernandez es el nombre más repetido del padrón electoral, las personas de treinta y menores, hasta los dieciocho conforman la mayoría del padrón electoral (personas con credencial para votar con fotografía). La mayoría de las personas tienen acceso y usan artilugios que los vinculan a la Internet, siendo este recurso el que más usan para comunicarse.


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