12 de marzo de 2017

Azul sincopado

Dicen que a los enemigos se les desea la muerte, 
pero yo he anhelado, para mis amados, tal suerte;
Pensar en los dolores, la incomodidad, no parece vida...
y si es consuelo a tu dolor, prefiero tu partida...

¡No quería verte muerta!, quería verte en paz...
Ahora que la serenidad estalla en tu faz,
me creo verdugo, me arrepiento de mis pensamientos...
doliente y viva, serena y muerta... se retuercen mis sentimientos.

Ahora eres polvo y no hay manera de sentir tu presencia...
esclavo soy de mis recuerdos, no quiero perder ni un solo instante.
así que evoco todas las anécdotas, ¿recupero así tu esencia?.
me rodean los temores, los malestares de manera incesante...

Me doy cuenta que no se dónde estás, quisiera saberlo fehaciente.
Creo que por ahí en el cielo deambulas, sonriente...
y no es consuelo, no se repara mi tristeza, mi soledad, mi desamparo.
Sufro por mi, por lo que no hice, por lo que no pasó; ahora en esto reparo.

Enlutado por la fantasía del desconsuelo y mi exuberante imaginación...
estoy deambulando en un mundo paralelo, inexistente, mórbida fascinación.
Revolotean familiares, amigos, camaradas... y yo sumido en mi obcecación...
Puedo dejarte ir sin perderte, sin perderme. Sincopa eres de mi canción.





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