10 de marzo de 2016

El épitome de la cursilería


Los que hemos visitado el campo con una pala para hacer pequeñas fosas sépticas notamos que no nos escandaliza encontrar entre las yerbas excrementos de animales; incluso, con cierta alegría, se arrojan esos mojones de vaca a la fogata para mirar una flama colorida y espectacular... pero algo tiene de desagradable lo humano que produce más indignación hablar de la caca que de tortura de infantes.


Tinas, duchas, lavamanos, regaderas, urinario, urinal todas esas palabras cuentan con una etimología directa, incluso el bidet... pero el mueble para el recaudo de heces fecales tiene apelativos que son eufemismos o figuras poéticas: sanitario, inodoro, excusado, letrina, retrete, taza y poceta.


En tanto sigo investigando, pasé de la incredulidad al escándalo y ahora en franca curiosidad por encontrar el sustantivos funcional para tan noble aparato bautizado como Ajax por su inventor John Harington, que también era poeta, quizá pensó en Ajax el menor quien murió ahogado en un vórtice marino. Hago un llamado a todos los lectores a remediar encontrar un nombre adecuado para tal mueble.


Geert Geertsen, conocido como Erasmo de Rotterdam por los que solo hablamos español; quizá sea el primero en recomendar toser cuando se escapa un pedo; también aconsejaba no distraer a las personas que estuviesen defecando u orinando aduciendo que era de mal gusto; No creo que hoy día sea etiqueta socialmente aceptada mirar y platicar con alguien en semejante protocolo y supongo que algo habrá en nuestros genes para asquearse con los propios excrementos ya que de todos los humorismos, el escatalógico es de los más perseguidos.




Espantados hay en todos lados y de todos los temas; parece ser mala política hablar de tullidos y tarados, ha de ser menos innoble llamarles discapacitados y retrasados aunque también esto es políticamente incorrecto y circula con mucha aprobación llamares personas con "habilidades diferentes" y "de lento aprendizaje". Vaya a saberse hoy día quienes son los cojos, jorobados, mancos, mochos o los imbéciles, idiotas, tontos o los pendejos. En tanto que da dolor mirar a una persona quebrantada físicamente en todas sus extremidades resulta curioso que lo amable sea no percibir que se transporta gracias a la ortopedia (¡que va!, si también el nombre de esa disciplina es una cursilería)

"Las personas con habilidades diferentes practican el sexo retorcido", tal expresión en una clínica para tullidos me valió regaños y juramentos. Defender el alarido popular "¡eh puto!" también sirvió para que algunos que consideraba amigos dejaran de hablarme y lo mismo va al contar chistes de viejas, mujeres, boshitos, costeños, negros, católicos, cristianos, testigos de Jehová, musulmanes, judíos, polacos, comunistas, capitalistas, liberales, conservadores, cubanos, gringos, cholos, pochos, políticos mexicanos, cardenales, obispos, curas, monjas enfermeras, profesores, no diga de los sagrados médicos o de María Sharapova... tal audacia ha reducido mi círculo social. Pero hablar de la caca, es peor.




Salvo que una mujer se refiera a los excrementos de su hijo..."hizo verde, pero ya no es diarrea", entonces sí que es linda esa caca y por algún pudor no la exhibe... aunque sí la tiene en un frasco; en un estante cercano... al inodoro...

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