Agotados todos los suspiros, yacen algunos como dormidos, plácidamente
Otros aun con el estertor o la sorpresa son una imagen horrida, lamentablemente
unos más están impávidos, por artes del amortajador, son entonces muertos serenos
y todos los vivos ese claro futuro compartimos y tenemos
Celebremos a los muertos, pues es festejar nuestro futuro patente
Hay quien deja prole y otros rastros de su luminosa mente
Otros legan bienes y unos más, anécdotas moralizantes quizá, veremos
todos dejaremos algo más: deudas y tareas pendientes, que todos tenemos
El sentido de la vida es la muerte, por ello presurosos queremos hacer todo rápidamente
no sea nos sorprenda el último hálito sin haber terminado todo fehacientemente
Aun lo no procrastinado habrá cosas que ahora sí, nunca terminaremos
y si la mente o el alma siguen existiendo, me pregunto si ya no olvidaremos
El sentido de la muerte, ha de ser vida, ha de ser compañía, amorosamente
que si fuere fantasía la otra instancia sería un engaño establecido piadosamente
si alguien hubiere regresado de ultratumba sería suficiente, lo aceptaremos
y el mensaje del que ha regresado, es que entre nosotros nos amaremos
Celebrar a los muertos y a los espectros es alabar nuestra próxima existencia, esperanzadamente
y no tiene entonces tanta gracia progresar a costa de otros, sino colaborar amistosamente
que si buscamos la fama, la fortuna y el poder nos equivocaremos
en tanto que amando al cercano, el próximo, siempre acertaremos…
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