Mexicanos "de adeveras"

Los mexicanos solemos estar muy orgullosos de serlo, aunque la definición de la mexicanidad es elusiva. 

Algunas personas consideran que lo mexicano son sus sabores, otros dicen que sus sonidos, otros los colores, otros que la geografía, otros dicen que la religión o el misticismo, otros invocan la historia y en específico el siglo dieciséis y no falta quien diga que lo mexicano es la gente (que es tan variada en maneras de pensar, vestir, decir y hacer que me cuesta trabajo aceptarlo, pero creo que no hay de otra).

Largos catálogos surgen de estas consideraciones y por exhaustiva que sea la descripción resulta incompleta pero también dejando a quien escucha convencido de que lo mexicano es algo más que artesanía y folclor. Aun el lenguaje tiene características, acentos y palabras que de una región a otras son desconocidas o poco usadas. Cada zona, comarca, región tiene características suficientes para distinguirse de las demás.

Quizá el mexicanismo, aunque no falta quien diga que lo inventó Hernán Cortés*, empiece a sonar con los anhelos de emancipación, a finales del siglo dieciocho. En ese mismo momento empezó una discriminación en de grado, para considerar lo mexicano o lo "mexicano de adeveras".

Desde entonces cada mexicano tiende a creer que su proceder es la quinta esencia de lo mexicano. Ello tiene como consecuencia que algunos compatriotas no lo son tanto, son algo así como "mexicanos no de adeveras". Así un grupo de personas que defiende cierto tipo de creencias es menos mexicano que otros que tienen otras convicciones.

Recientemente, aprovechando el llamado mes patrio (septiembre) circuló una carta de un mexicano por convicción, decidió ser mexicano. Se aprendió el himno, es fanático de las garnachas y le gustan los bailes de punta y tacón, pero como es güero y se le atoran las erres, ¡es un extranjero! no importa como le haga. Algunas figuras deportivas o artísticas que tienen alguna relación con el país (nacieron en un buque mexicano, son hijos de padres mexicanos, pasaron quince días en Quintana Roo) resulta que son "méxico-extanjeros", aunque tal artista no le interese llamarse mexicano, aunque pudiere.

No importa la convicción que impele los mexicanos "de adeveras", "neta" deben de gozar de privilegios que los mexicanos que no son "neta" o  no son "de adeveras" no deben gozar. Liberales y socialistas, empresarios y sindicalistas, nacionalistas o de ideas globales, ecologistas o economistas. Unos son auténticos mexicanos y otros no lo son.

La verdad de las cosas, aunque me pese los mexicanos somos tanto el que quiere pasar como el que bloquea las calles, protestando; hay mexicanos que no cumplen, que son impuntuales o que no pagan sus deudas; otros son criminales o parecen desquiciados mentales y no por ello son menos mexicanos. Los que tienen cierta adoración que por la Santa Muerte o por  Jesús Malverde(2), mexicanos son y tendría que admitir en ese panteón a los que considero traidores o incluso los que me apenan que sean mexicanos . Ni modo, lo son y completitos. 

No somos una raza, o un ethos(3) exclusivo. Existen compatriotas que no tienen conciencia de ser mexicanos. Son chamula o chontal, azompa o raramuri y  por derecho son mexicanos, si los testigos de Jehová(4) tienen pasaporte mexicano, pues tendrán que serlo.

Pero si te encanta estar reconstruyendo tu casa, golpeando día y noche o haciendo fiestas ruidosas o dejas la basura aquí, enfrente de mi casa...o pretendes instalar una gasolinera en la esquina de mi casa... me cae que ese vecino es "Masiosare" ¡y no es mexicano!

(1) Juan Miralles escribió una biografía de Hernán Cortes, subtitulada "el inventor de México"
(2) Jesús Malverde es el santo patrono de los narcotraficantes
(3) Ethos es una palabra griega que significa costumbre de ahí, por ejemplo proviene la palabra etnia
(4)en la página oficial de los Testigos de Jehová afirman ser personas de distintos países.