26 de enero de 2010

Nuevo símbolo patrio.



Nuevo símbolo patrio.

Suman cuatrocientos noventa años de la batalla de Otumba. Venció el ejército aliado: tlaxcaltecas, totonacas, extremeños,  andaluces y demás batieron a un ensoberbecido ejército mexica. Batalla que para algunos historiadores es punto de inflexión, si hubieren vencido los mexicas otra gallinácea nos hubiese cantado. Los cronistas, tan afectos a la exageración hablan de que el ejército de Cuitláhuac y Cuauhtémoc doblaba a los aliados otros dicen que eran diez a uno y no falta el que estima cien a uno. Bajando por una ladera del monte la sucesión era tal que solo se miraban las miríadas de guerreros y cuando los arqueros soltaban sus flechas el cielo se obscurecía.

En tal encuentro descalabraron a Hernán Cortés de una pedrada, supongo que traería el casco en el codo, como los modernos motociclistas ya que se había roto el brazo producto de una maniobra fallida en uno de los puentes, escapando de Tenochtitlán, tan apresurado e improvisado fue el remedio que ya no pudo blandir la espada con maestría nunca más;

Hace cuatrocientos setenta y cinco años que se fundó el virreinato de la Nueva España (llegó Don Toño de Mendoza), México (bueno, la muy noble Ciudad de México) había sido inventada unos años antes por el conquistador... Si las ambiciones del conquistador se hubiesen satisfecho, que le nombraran virrey que era su anhelo otra gallinácea nos hubiere cantado si tal hubiese ocurrido. Hubo momentos en que la corona temió a la fama del conquistador, era muy querido por los indígenas a tal grado que se hubieren dejado matar y es muy probable que haya acariciado la idea de rebelarse a la corona y fundar un nuevo país...

Hace doscientos años del grito de Dolores, y si bien la aventura de Don Miguel fue breve y hasta inicua (le dieron un golpe tal a la economía de Guanajuato que atrasaron el desarrollo del país muchos años) lo cierto es que el mismo Iturbide concedía el título de iniciador de la independencia al cura de Dolores y que conste que hubo otras conspiraciones que bien pudieron llevarse el título... A lo mejor el padre de la patria sería Rayón... y esta se llamara República de Guadalupe... no hubiere estado mal que nos cantara otra gallinácea.

Hace ciento cincuenta de las leyes de reforma, que bien pudieron ser de Lerdo. El movimiento conservador y liberal instaló, entre otras cosas buena parte de la historia oficial, casi todo el imaginario luego tan explotado por el porfiriato nace aquí en los albores de la república federal y el auge de las logias masónicas. El benemérito se hizo de la silla y no la soltó por veinte años, que si no fuere por una angina de pecho... ¿quién sabe si no hubiere vencido a don Porfirio?... eso sí, Don Benito no ganó elecciones para ser presidente, a lo mejor si hubiere concursado... otra gallinácea nos hubiere cantado.

Es el centenario del Plan de San Luis consecuencia de un libro y una elección no reconocida, el mismo Madero se sorprendió de la cantidad de revolucionarios que salieron hasta por debajo de las piedras, muchas de las manifestaciones fueron cosa de salir a tirar bala a unos mal armados pelones y la revolución concluyó con la toma de Ciudad Juárez y el exilio de Porfirio Díaz... Si este hubiera demandado el soporte europeo... ¿qué hubiera pasado?... Otra gallinácea nos hubiere cantado. Ahora que nadie se pone de acuerdo con la culminación de la revolución, pero bien podría ser con el alzamiento cristero...

En el dos mil diez se juntan noventa años del plan de agua prieta (el de Venus Carranza) que acabó con el dictador Huerta, pero nos metió en el asunto de los convencionistas y los constitucionalistas... si Carranza hubiere accedido a la convención... ¡Otra gallinácea nos hubiera cantado!

Se cumplen ochenta y cinco del levantamiento cristero (fundación de la Liga Defensora de la Libertad Religiosa), si los obispos no hubieren pactado, otra gallinácea nos hubiera cantado... a lo mejor seríamos cuatro países; Se cumplen cincuenta años de la revista Vanidades, de la Colección "Sepan cuantos...", también el ISSSTE cumple cincuenta. Son sólo cuarenta de la copa del mundo en México (primera vez), veinte del botín de oro de hugol y diez de la transición democrática... Si todo esto no hubiere pasado, otra gallinácea nos hubiera cantado. Y el asunto es que a lo mejor cantó

¡Vaya!, bien merecemos los mexicanos festejar nuestros logros con un nuevo símbolo y emblema que nos represente a cabalidad (ya que el águila devorando una serpiente... ¡Vamos!... en toda la historia no hubo águila alguna que viniere al cuento en cambio sí hubo una gallinácea que permitió o facilitó todo esto. No hubo águilas en Otumba, ni en el Virreinato, ni en la Independencia, ni en la Reforma, ni en la Revolución, ni en la Cristiada... pero hubo una gallinácea siempre dispuesta a cooperar y no solo en nuestro pasado, bagaje de extraordinaria riqueza, sino al futuro. ¡Adquiramos un emblema que cual místico navío sea vehículo de nuestra cultura hacia el pináculo de la cultura universal!.

Busquemos refugio no solo en la vibrante sangre de los aborígenes de la meseta central, sino imagen de nuestro sentido continental, necesitamos algo que manifieste la nuestra, como primera cultura del nuevo mundo; sintámonos como Morelos incitaba, y muchos criollos de la época, "Americanos Septentrionales" y démonos una imagen que nos refleje como tales; líderes del altiplano, las Antillas, mar Atlántico y de la cuenca del Pacífico... Asumamos una imagen nueva para nuestra patria (que significa patrimonio, tanto es hacienda como legado)

Refiere la bitácora del descubridor de América haber llegado a Europa con ciertos pasajeros dando noticias de las nuevas tierras; además de los antillanos y, claro, de su tripulación. Las Casas como buen historiador hace referencia de ellos, y en todas las crónicas de la conquista se alaba su presencia generosa. Estos serían los pasajeros que mejor recibidos fueron por toda Europa, fueron invitados principales en los banquetes de las casas regias y imperiales, recibidos siempre con regocijo y presentados como cúlmen del evento así fuere una boda o celebración mayor.

Hoy en día es sinónimo de convivencia, alegría y desprendimiento ¿qué mejor emblema de la naturaleza del país? se trata, sin duda ni equívoco a la regia e imperial imagen del conspicuo guajolote, representante cabal del continente y más aun de México. Frente a la aterradora y mítica imagen del águila devorando una serpiente, bien podrían colocar una imagen del guajolote, pavoneándose, expresando su grandeza y vigor.

Cabe señalar que son muchas las naciones que han adoptado un carnívoro como totémica imagen del país, muchos el águila por cierto; pero en este tiempo un pacífico guajolote vegetariano es una imagen mucho más atinada. Con ello seríamos la única nación con tal emblema. Este cambio traería de manera inmediata la simpatía de los pueblos del mundo. Los hermanos antillanos y centroamericanos verían muy bien llamarnos guajolotes, pues parece no hacerles gracia llamarnos águilas. Los guajolotes no están restringidos por ninguna religión. Musulmanes, judíos, cristianos y católicos ingerimos con entusiasmo el ave y muchas religiones asiáticas la aceptan en su dieta. Quienes no consumen el guajolote, imitan su dieta.

Flaca ayuda han prestado las águilas en favor del país, unas plumas si acaso; en tanto que los guajolotes persuadieron a Colón de estar cerca de las indias (de hecho el almirante pensó que eran aves turcas...), lo cual patrocinó el descubrimiento. Fueron los guajolotes los que ofrecieron una fuente de proteínas a los oriundos, (se prohibió comer humano y casi se extinguen los excuincles), no dudo que insurgentes y revolucionarios se mantuvieran vivos gracias a ellos. Fue un guajolote el que hizo famoso a Macario, el brujo descrito por el mítico Bruno Traven. Es el guajolote  un gran inicio para una granja (pruebe con un águila, menudo fracaso) y se alimenta de cualquier cosa, casi. No veo ninguna águila favoreciendo la supervivencia de los mexicanos, pero si creo que con un consomé y un poco de pechuga estás hecho para la tarde. ¿quién puede asegurar que sabe buena el águila con mole? ¿quién puede negarse a un pavo al pipian? o así nomás... asado.

El águila es altiva y soberbia. El guajolote es por de más agradecida pues con cualquier grano gana peso y es generosa, pues se sacrifica con docilidad. El águila es causa de escándalo, si llega a una fiesta todo mundo se espanta o se horroriza. El Guajolote es la fiesta, atrae invitados (nada más diles que va a haber pavo). Si te ofrecen un platillo a base de águila, quizá no te lo comas o pongas reparos, en tanto que nadie se queja de los guajolotes, nadie los saca de sus dietas y es versátil, se hacen hasta embutidos.

El guajolote se parece mucho más a los mexicanos que la actual águila. Las águilas hay muchos lados, los guajolotes son especie endémica, americano original y los mexicanos son únicos en nuestra clase (no hay nadie como nosotros, como México no hay dos, etcétera). Las águilas están en peligro de extinción. los guajos... son plétora, los mexicanos somos hartos. Las águilas pelean, son aguerridas y sigilosas; los guajolotes hacen ruido, se quejan muy bien pero al final asisten a la cena... los mexicanos hacemos igual. Las águilas vuelan. Los Guajos tienen alas, pero no vuelan; los mexicanos nos volamos, si nos dan alas... Las águilas son pardas, los guajolotes negros y aquí abundan los prietos. Las águilas son símbolo de imperio, de dominio. Los guajolotes son todos iguales y los mexicanos somos demócratas y si a huevos nos vamos, los del águila son pequeños, los del guajolote son grandes y nosotros somos bien ...

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