"La Muñeca Fea" canción escrita por Francisco Gabilondo Soler también conocido como "Cri- Cri, El Grillito Cantor" (1907/1990).
Según el cuento original referido por uno de sus descendientes la muñeca en cuestión acaba con una niña pobre, porque los pobres aprecian más las cosas que los ricos...
("El Grillito Cantor abre el ropero de su abuelita", Julio Alejandro Quijano. El Universal/ Espectáculos, lunes veintiséis de abril de dos mil diez. México.)
Una buena cantidad de mexicanos se sabe la letra de esta canción y todos tienen una idea de que se trata de esas moralejas cursis: "Lo que la orgullosa tira, la humilde lo recoge", "Siempre hay un roto para un descosido" o incluso algo inverosímil como "La suerte de la fea; la bonita la desea".
La fealdad de la muñeca está provista por el maltrato... (Hollín, brazo roto, lagrimitas de aserrín...) lo cual me parece inexacto. Muchos objetos transicionales o sustitutos de humano para mostrarles afecto han llevado una vida difícil sin que por ello sean menos apreciadas por sus dueños. Algunos muñecos han sido sometidos a tormentos horrendos como ser casi convertidos en líquido por pasar la prueba de fuego, atropellamientos inauditos (una niña me explicó que su muñeca fue atropellada por un tractor... varias veces, antes de que pudiere rescatarla) algunos provocados por sus dueños, otros por los hermanos y amigos de los dueños y unos pocos por desconocidos. Con todo a mi lo que me llama la atención de la canción es lo que no está escrito.
Una acuciosa pregunta me atormentó: ¿Qué demonios hizo la muñeca para acabar en semejante rincón? ¿De qué manera se las ingenio para ser repudiada por los que son del mundo?. ¿Son realmente feas las muñecas despreciadas?
Aunque no dudo que haya alguna muñeca aborrecida lo sea por amolada; me da la impresión que el estado en el que se encuentra poco tiene que ver. Conocí varias muñecas repudiadas por niñas, tan solo porque el patrocinador del juguete era poco apreciado, pese a que el juguete en cuestión estaba en perfectas condiciones (de hecho estaba así, porque no participaba de los juegos) así que la historia secreta de la muñeca (su pasado, de dónde vino) puede ser una razón para considerarla fea.
Otras muñecas tuvieron una aventura desafortunada, fueron criticadas por el grupo de pares, quizá porque la consideran obsoleta, fuera de moda o ridículas. El caso está que algunas muñecas dejan de prestar servicios tan solo porque el imaginario con el que están hechas ya no existe. Es necesario que la muñeca sea conveniente a las muñecas del vecindario o de la escuela o de la familia, llevar el mismo estilo de vida sofisticado, de celebridad y con múltiples aficiones parece indispensable, lo que puede limitar seriamente las posibilidades de una muñeca con indumentaria de tehuana... (¡qué linda, pero vamos a jugar con estas otras!).
Quizá lo más atroz es cuando la muñeca en cuestión no cumple con las expectativas del cliente. "No cabe en el coche (también de juguete)", "Es demasiado chica (o grande) para la casa de muñecas"..."no se puede parar", "no cierra los ojos", "¡Carece del estilo, no es de aquí!", estas muñecas tuvieron su momento de gloria y luego fueron descartadas al convivir con otras muñecas u otros juguetes.
Así que una muñeca es tan fea como la calidad humana de quien es amiga y no necesariamente por su apariencia...
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