22 de junio de 2014

CARTA ABIERTA a las autoridades de la FIFA

Señorías de la FIFA:

Soy un mexicano aficionado al deporte del fútbol, como muchos otros ciudadanos de mi país desde niño me divertía con mis amigos jugando en camellones y callejuelas; también llegué a jugar portando uniforme en la escuela, pues cada salón podía armar un equipo. Ya en la vida laboral también formé parte de algunos representativos de empresa. Las groserías, malas palabras y todo tipo de expresiones menudean en estos ámbitos. Durante el juego presas de la emoción se permitía uno todo tipo de expresiones, con diversas consecuencias (no es lo mismo insultar de un modo u otro a una persona con o sin investidura).

En México, como en muchos otros países que comparten el idioma Español y me consta que en otros idiomas también sucede, las palabras que sirven para injuriar también son útiles para halagar, dependiendo del contexto. En nuestro país, todas las expresiones groseras tienen este doble significado, en ocasiones una aplicación universal y suelen ser hasta jocosas (sólo existe una expresión, a mí parecer, que carece de un significado positivo).

No me detendré a elaborar un glosario para cada expresión, existen muchos libros dedicados a esta materia. Me dedicaré a la expresión con la que se nos difama de “racistas”. Efectivamente, como en muchas latitudes del mundo, existen mexicanos que no comprenden y no entienden la homosexualidad y tampoco les interesa comprender o entender; Pero la extensa mayoría de mexicanos les tolera y muchos son admirados por su actividad profesional.

De esta suerte son apreciados por la sociedad personas que se rumorea o se entiende que son homosexuales, aunque no nos conste en modo alguno; como ellos y ellas no lo publican, yo aquí tampoco, pero son personajes del mundo del espectáculo, del deporte, incluso de la política. A ninguno de ellos le mentamos “puto”. Las personas que reciben esa expresión suelen ser heterosexuales y se usa esa expresión para denotar un carácter pusilánime o cobarde. Curiosamente, cuando una persona golpea a otra de manera feroz y ostensible o bien cuando uno cae al suelo se dice que se llevó  un “putazo” lo cual no significa en modo alguno una referencia a preferencia o práctica sexual alguna.

Cuando a un portero se le grita “puto” en un partido de fútbol o bien a un jugador (ha sucedido varias veces) es para molestarle, haciéndole ver que carece del ímpetu necesario para jugar el deporte o por realizar una maniobra particularmente arriesgada (como el saque de meta... ¡Salga jugando!). 

Muy distinto sería llamarle “Pinche”, esta palabra carece de un significado halagüeño, la usamos para señalar al que debiendo hacer una tarea, pese a ostentarse como perito, no lo hace. Un médico, un servidor público, un mecánico o un mesero… si le decimos “Pinche” le estaríamos insultando. Un portero en México podrá hasta tomar como broma que le digan “Puto”, no así si le dicen “Pinche”.


Por lo cual les invito a que realicen bien su tarea, si desisten de multar o afectar al representativo mexicano algunos de nosotros les diremos “Putos”; pero en definitiva no “Pinches”.

Ricardo Meade.
Aficionado.

No hay comentarios.: