Como
era la fiesta de las progenitoras, pidió tarea la maestra.
Una composición
harían sobre la maternidad y la pluma diestra
de cada
alumno terminar debiera con la frase “Madre, solo hay una”
Llegó
el día y fue primera Virginia ingeniosa como ninguna.
“Que mi
madre es amorosa conmigo, es gran fortuna
Y me
mima y consciente siempre. Madre, solo hay una”
Animada
por la gran ovación obtenida, se levanta a leer Norma.
Ya frente
a todo el alumnado, en toda propiedad se transforma.
“Y mi
madre es tan linda, como el nopal y la tuna
que todo
lo que cocina nutre y es sabroso; Madre, solo hay una”
La maestra aun oyendo las buenas tareas, teme el turno de Ricardo
Que tiene
fama de hacerle bromas hasta al más rudo cardo
el tunante empieza procaz relato: “Mi madre bebe y fuma
con sus
amigas juega cartas hasta tarde y toda la sala se perfuma
Me tiene atendiendo las mesas de juego, haciendo de mesero
para la madrugada se han acabado todo, solo limpio el cenicero
Exige
que reparta cervezas aunque sea, demanda nada oportuna
Mirando el inventario le informo: ¡Madre, solo hay una!".
1 comentario:
Muy simpático, Ricardo y espero que sea toda ficción y no autobiográfico.
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