Mas si osare, un extraño enemigo

 

Comentario a los comentarios de los conductores de Top Gear

Hasta donde entiendo los conductores del programa de televisión expresaron que los mexicanos somos vagos, obesos, irresponsables y flatulentos. Semejantes aseveraciones merecen un detenido análisis.

Vagos. Sí somos muy vagos, véase si no el Chicharito es tan bueno en el futbol; tan bueno como el poco reconocido Hugo Sánchez; Vaguísima para el Golf fue Lorena Ochoa o, la no menos vaga Gabriela Guevara. Molina y Paz, par de vagos, premios Nobel ambos… más la pléyade de astrónomos y tal. Reconozco la vaguedad de los mexicanos no sin apenarme por nuestros líderes sindicales que no son vagos… son claramente unos abusivos… pero no dijeron nada de eso… Vagos , somos

Obesos. Bueno ¿qué mujer mexicana no tiene su gordo?, ¿qué mexicano no va a celebrar a su gorda el catorce de febrero?. Gordos son aquí hasta los flacos, pues si alguien es querido le mentamos gordo, mejor aun si está obeso. Aunque recientemente se nos dificulta aceptar nuestro cariño dada las campañas contra la obesidad, que han tenido mucho éxito, por ejemplo entre la población indígena… hasta creo que se nos está pasando la mano pues algunos se nos andan muriendo de inanición, pero nos dijeron obesos, gordos y no  hambreados… Gordos, somos.

Irresponsables. No cabe duda que este adjetivo no puede menos que admirarme. De hecho los mexicanos no tenemos nada que ver con la contaminación por efecto de bombas atómicas… no somos responsables tampoco por los derrames de petróleo en el Golfo de México. Casi no tenemos nada que ver con el consumo de drogas (la venta es otro asunto). La irresponsabilidad es un sino, muestra de nuestra inocencia, fruto de nuestra circunspección. Mucho me hubiera preocupado si nos achacaran responsabilidad en el tráfico de niños, cosa no demostrada a ningún gobernador o que se le fincara responsabilidad a un diputado por vínculos con el narcotráfico o se encontrara a los secuestradores de conspicuo político o al asesino de popular niña… pero estamos exonerados, pues irresponsables, somos.

Flatulentos. Eso sí ofende, pues el que de ello habla, normalmente abajo lo tiene. Seguramente esos come chícharos callejeros no se dan cuenta de sus aires por tanta papa que se embarran. Como si las sotanas de Canterbury no se inflamaran de vez en vez, de cuando en cuando… eso sí les digo de flatulencia la hacemos a quien nos levanta falsos… ¡pus estos!