9 de abril de 2008

Infancia es destino

“Siempre hubo espacios para los recreos, aunque su limitación formara parte de los castigos; de igual manera se recurría a la limitación de los paseos o incluso a la posibilidad de entrevistarse con personas o recibir visitas. Sin embargo la mayoría de las veces se recurría a las amonestaciones violentas, a veces a los bofetones y en otras ocasiones a terribles amenazas

“Si uno incumplía los deberes o estos eran realizados sin esmero, era castigado. El esmero era calificado de diversas maneras. En ocasiones se exigía tiempo y se intuía que si uno no tardaba en realizar los deberes, uno no se había esmerado; en ocasiones era al contrario y en otras más se juzgaba el resultado, sin importar el tiempo. En todos casos uno era castigado.

“También era uno sujeto a castigos si uno incurría en una actividad prohibida, aunque algunas eran más prohibidas que otras, en ocasiones algo que en el pasado era prohibido ya no lo era, sino deber o bien algo que era permitido se convertía en prohibido, según el ánimo.

- tuviste una infancia terrible, ¿en un orfelinato?

- En realidad platicaba del trabajo, pero ahora que lo mencionas....

1 comentario:

Anónimo dijo...

y semejante reflexión me lleva a pensar en algo penoso de mi infancia...
... ahora me hace falta la contraparte, para pensar en algo bueno...
... escribe algo, por favor, que tengo problemas para recordar algo muy bueno, estoy sumergida en los malos recuerdos !